Fecha de emisión: 08 jul, 2015
DIVERSITAT ANDORRANA.Comunitat anglesa
Las características geográficas, económicas, políticas y sociales habían conformado, a la altura de 1930, un modelo demográfico tradicional y con tendencia a la emigración de una parte de la población andorrana hacia Francia y España. La electrificación y la construcción de la red viaria en dicha década, contribuyeron al desarrollo económico y a invertir el signo de los flujos migratorios, con la recepción en Andorra de contingentes extranjeros, que trajeron consigo culturas e idiomas diferentes.
Los cambios económicos producidos en las décadas de 1930 y 1940, , basados en el comercio, el turismo y la actividad financiera, se consolidaron en la segunda mitad del siglo XX. La consiguiente recepción de emigrantes fue de tal envergadura, que contribuyó a multiplicar por 16 la población total de Andorra, que pasó de tener 5.385 habitantes en 1947 a 84.488 en el año 2008. De hecho, en los años sesenta, el contingente extranjero superó a la población nacional, hecho insólito en el mundo occidental.
A partir de la década de 1980 el turismo británico de invierno va a dirigir su atención a las magníficas estaciones de esquí andorranas. Desde entonces se van a establecer agencias de turismo, en conexión con operadores británicos, pub y restaurantes en el sector hostelero e incluso pequeñas empresas inmobiliarias dirigidas a un número cada vez mayor de inmigrantes residenciales. Éstos últimos, atraídos por la naturaleza, la seguridad y las ventajas fiscales, se van a establecer en lugares como La Massana.
Una parte significativa de inmigrantes británicos, que trabajan en los sectores económicos citados, dependen de la temporalidad de la oferta de trabajo, aunque son numerosos los que vuelven cada año. En el año 2014, la comunidad británica en Andorra se aproximaba al millar de habitantes, destacando grandes concentraciones en localidades como Arinsal, Ordino y Soldeu. En estas y otras localidades existen clubes de bridge y dardos, ámbitos de sociabilidad ligados a la tradición británica. El motivo del sello es una alusión al tea time u hora del té, costumbre británica conocida en todo el mundo.
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