Fecha de emisión: 05 jun, 2017

Fulles d arbre. Bedoll

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Fulles d arbre. Bedoll

HISTORIA

Ver también “Sobre de Primer Día” - “Matasellos”

La naturaleza es, sin duda alguna, uno de los valores más importantes con los que cuenta el Principado de Andorra, motivo por el cual ha sido reproducida de manera habitual en las emisiones filatélicas del Principado.

A estas emisiones se suma este año una nueva serie Fulles d’Arbre, en la que se mostrarán las hojas de las principales variedades arbóreas de la flora andorrana.

El primer sello de la serie está dedicado a la hoja del abedul (Bedoll), cuya emisión incorpora un troquel con la forma tan característica de la hoja.

El abedul, planta arbórea o arbustiva, caducifolia que habita las regiones frías o templadas del hemisferio septentrional, se encuentra extendida prácticamente en todos los continentes del mundo; en gran parte de Europa y de Asia, el norte de América y el norte de África. En la Península Ibérica la podemos encontrar en el norte, desde el extremo oriental de los Pirineos hasta Galicia, así como en la serranías de la mitad norte de la Península.

Su nombre proviene del latín Betula que a su vez toma el término del vocablo celta Betu.El género betula comprende una treintena de especies siendo la más frecuente el abedul común o Betula Pendula, que llega a alcanzar los 25 metros de altura, tiene el tronco generálmente delgado con una corteza oscura y lisa hasta los tres o cuatro años de edad para posteriormente tomar su característico color blanco plateado. Las hojas son pequeñas, de forma romboidal, generalmente tienen lóbulos y están dentatadas.

La madera, de color blanco, es a la vez fuerte y ligera, pero apenas se utiliza en carpintería exterior por la facilidad con que se pudre en ambientes muy húmedos. Por el contrario, es apreciada en la ebanistería por la comodidad con la que se trabaja para hacer muebles interiores y así como para el trabajo del torneado, fabricación de zuecos, arandelas de tonel, pasta de papel, etc.

La corteza del árbol y las hojas son también apreciadas en la farmacopea por sus propiedades medicinales.
La extensión geográfica de la especie y el uso que ha tenido en las numerosas culturas con las que ha cohabitado han hecho que el abedul forme parte de la mitología de varias culturas, concibiéndolo como eje del mundo o asociándolo al inframundo, como los celtas, que le conferían un carácter funerario similar al ciprés cristiano.