Fecha de emisión: 22 sep, 2019

Paisatges. Molleres de Meritxell. Francesc Galobardes

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Paisatges. Molleres de Meritxell. Francesc Galobardes

HISTORIA

Paisatges. Molleres de Meritxell. Galobardes

El apacible paisaje invernal de cordilleras y prados blanqueados por la nieve y de casonas de chimeneas humeantes, adquiere una calidez inusual en la obra del pintor Francesc Galobardes, como se puede comprobar en el motivo que ofrece la serie Paisajes el presente año.

Un paisaje que retrata al pequeño vecindario de Molleres, a los pies de Meritxell. Una población que hasta finales del siglo XVIII la formaban una treintena de vecinos que habitaban ocho casas y cuyo origen se puede rastrear, gracias a fuentes documentales escritas, hasta el siglo XII. En 1176, en la firma de un concordato entre 380 cabezas de familia andorranos y los canónigos de la catedral de la Seu D’Urgell, se menciona a Mir Guillem de Molleres. Es probable que a pesar de la ausencia de testimonios más antiguos, el lugar estuviera habitado desde el siglo IX por una pequeña comunidad formada por los núcleos de Meritxell y Molleres unidos por la iglesia de Santa María y su cementerio.

Arraigado en Andorra desde principios de los años 60, pero nacido en Riudaura (Girona), Francesc Galobardes es el pintor del paisaje andorrano, cuya obra ha fraguado en óleo, a golpe de espátula y a pie de campo, a lo largo de su vida. Su predilección ha sido el paisaje invernal, en el cual ha tenido la habilidad de reproducir los distintos tonos, texturas y matices que es capaz de adoptar la nieve.

Autor prolífico con más de cuatro mil obras, ha logrado exponer en galerías de todo el mundo, siendo especialmente apreciado en los hogares del Principado, que cuentan con un galobardes presidiendo el salón.

Desde pequeño tuvo afición por retratar el entorno en el que vivía con unos pinceles, afición que adiestró y perfeccionó en la Escola d’Arts i Oficis de Olot.

Su obra ha sido realizada principalmente al óleo, aunque también ha realizado incursiones en la técnica de la tinta y caña, con la que ha dejado testimonio de las numerosas iglesias y ermitas que hay en el Principado.