Fecha de emisión: 10 sep, 2007

CASTILLOS

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CASTILLOS

HISTORIA

La serie de Castillos que, año tras año, se ha visto incrementada en número por varias emisiones de sellos dedicados al tema, se ve ahora enriquecida por dos nuevos valores filatélicos.. Gracias a estas diminutas imágenes y a su facilidad para recorrer y adentrarse en los hogares de todo el mundo muchos de nuestros castillos son universalmente conocidos. La emisión que ahora nos ocupa da a conocer, mediante fotografías de sus edificios, el castillo de Almenar, de la provincia de Soria y el de Villena, de la de Alicante.

El castillo- palacio de Almenar es uno de los mejor conservados de Soria. Consta de dos recintos de planta cuadrada, con torres redondas en los ángulos y está rodeado por un foso con puente de acceso de doble arco. Dispone en su interior de un patio y de edificios con salas palaciegas. Esta fortaleza, de origen árabe, sufrió en el siglo XV una importante modificación. En el Cantar de los siete infantes de Lara ya se hace mención a este castillo. En 1430 Juan II de Castilla concede a Hernán Bravo de Lagunas el señorío de Almenar. En 1677 pernoctó el rey Carlos II tras su regreso de Zaragoza. También Maria Luisa de Saboya, primera mujer de Felipe V, de camino desde Francia a Madrid fue acogida en él en 1706. Durante el siglo XVIII el castillo fue abandonado. Años después sería convertido en cuartel y allí nació en 1894 Leonor Izquierdo, esposa del poeta Antonio Machado.

En un emplazamiento destacado de Villena se levanta su castillo-atalaya, dominando desde el monte de San Cristóbal la población y su entorno. Rodeado por una muralla jalonada por cubos, el recinto es de planta poligonal y dispone de torres cúbicas en los ángulos. También de origen musulmán, como la anterior, esta fortaleza fue reformada en el siglo XV, lo que la convirtió en castillo-palacio con una impresionante torre del Homenaje. Fue conquistado en 1239 por el vizconde de Cardona con la ayuda de los caballeros de la Orden de Calatrava. Encomendada su custodia a estos por Jaime I, pasó a manos de Fernando III de Castilla en virtud del Tratado de Almizra. Fue centro de enfrentamientos durante las revueltas de las Germanías. Sufrió importantes desperfectos en la guerra de la Independencia. Tras ser declarado Monumento Nacional en 1931, fue restaurado.