Fecha de emisión: 14 sep, 2009

BAILES Y DANZAS POPULARES

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BAILES Y DANZAS POPULARES

HISTORIA

Los sellos dedicados a El Candil y Las Seguidillas, de la serie Bailes y Danzas Populares, reproducen distintos pasos de baile interpretados por danzantes ataviados con los trajes típicos y tocados con sombreros o pañuelos según la modalidad de danza.

El baile de El Candil toma el nombre de las fiestas celebradas a la luz de las lámparas de aceite o candiles utilizados cuando la electricidad aún no había hecho su aparición. Es típico de Extremadura, destacando especialmente por su popularidad en la localidad de Olivenza (Badajoz). Se le atribuye origen portugués y se interpreta por un grupo de bailarines que van formando una rueda mientras siguen un ritmo progresivo que finaliza de manera muy viva con alegres taconeos y acompañamiento de palmas de todos los presentes. La finalidad de las fiestas y veladas era la de entablar relaciones entre los jóvenes y la forma más usual de solicitar el baile a una mujer era pidiéndole “por favor”. Si un tercero quería entrar a bailar debía dirigirse al bailador del momento, no a la mujer. El baile terminaba con un abrazo ritual, en el que el hombre coloca los brazos sobre los hombros de la bailadora en un gesto moderado; si el abrazo era más efusivo podía ser amonestado. Como es habitual en otros bailes, El Candil se acompaña con coplas cantadas en las que se expresan sentimientos de galantería y de amor entre los jóvenes o bien contenidos picarescos y humorísticos. La mujer puede responder a estos requiebros con otra copla expresando su aceptación o rechazo.

La palabra Seguidillas designa a la vez una composición métrica y un baile popular que, en opinión de los expertos, es el más característico de España. Su origen se lo disputan varias comunidades, pero comúnmente se acepta La Mancha como lugar de procedencia y de expansión por todo el país. Musicalmente se acompaña con guitarras, bandurrias, laúdes, castañuelas y otros instrumentos, en compás de ¾ y estrofas de cuatro versos de contenidos muy variados, que abarcan desde temas amorosos a refranes y chanzas. En el baile se distingue una introducción musical, que da inicio a la danza, el estribillo y la copla de nueve compases, con la parte más graciosa e interesante del baile, el bien parao, que significa quedarse en la postura en que les haya sorprendido la última nota. Entre la variedad de seguidillas existentes se pueden citar, además de las manchegas, las sevillanas, boleras, murcianas, chambergas y las gitanas o seguirillas, más lentas y de aire muy flamenco.