Fecha de emisión: 15 abr, 2010

PATRIMONIO MUNDIAL. Úbeda y Baeza

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PATRIMONIO MUNDIAL. Úbeda y Baeza

HISTORIA

Correos rememora con dos sellos la declaración de las ciudades de Úbeda y Baeza como “Patrimonio de la Humanidad” en 2003 por su dualidad urbana y unidad cultural. Dicha declaración es un importante reconocimiento por parte de la Unesco, que pasa a engrosar la ya larga lista de Patrimonio Mundial donde España cuenta en la actualidad con 41 sitios declarados. De Úbeda, reproduce el sello el patio renacentista de la Casa de las Torres y de Baeza, la fachada gótica del palacio de Jabalquinto.

La configuración urbana de las ciudades jiennenses de Úbeda y Baeza data del período de la dominación árabe (siglo IX) y de la Reconquista (siglo XIII). Pasado el tiempo, con la llegada del Renacimiento, ambas poblaciones sufrieron una importante transformación urbana. Este cambio urbanístico en el siglo XVI fue motivado por la llegada a España de nuevos planteamientos arquitectónicos e ideas humanistas procedentes de Italia.

Aunque Úbeda fuera un bastión importante durante la dominación musulmana, de cuyo pasado guarda importantes resquicios arquitectónicos como la puerta del Losal y otros restos del recinto amurallado, al igual que notables ejemplos del románico y gótico, fue durante el siglo XVI, como decíamos, cuando logró su máximo esplendor renacentista bajo los reinados de Carlos I y Felipe II. De esta época floreciente quedan espléndidos, bellos y singulares testimonios en palacios como los del Condestable Dávalos, de las Cadenas, Bussianos, del Marqués de Mancera, de Vela de los Cobos, de Camarero Vago y del Conde de Guadiana, entre otros.; en iglesias y conventos como los de la Sacra Capilla del Salvador y el Hospital de Santiago, además de otros relevantes edificios y monumentos barrocos y platerescos.

Baeza, ciudad cercana a Úbeda, dispone también de un valioso conjunto artístico y arquitectónico. De hecho, la iglesia de Santa Cruz es románica tardía y su bello palacio de Jabalquinto es del gótico flamígero, aunque como la anterior, debe su esplendor al siglo XVI y al Renacimiento. De este tiempo quedan para la posteridad la Antigua Carnicería, la plaza porticada del Mercado Viejo y la Antigua Universidad, a los que se suman otros edificios como la plateresca Casa del Pópulo y el barroco Balcón del Concejo, además de otros notables monumentos.