Fecha de emisión: 08 abr, 2016
Ver también: “Sobre de Primer Día” - “Matasellos”
Los primeros sellos adhesivos del mundo, surgieron en Gran Bretaña en 1840 y más tarde en España, en 1850. Ya desde entonces se iniciaron colecciones, sobre todo, de sellos circulados utilizados en cartas.
En 1854 surgió en Cataluña el primer establecimiento filatélico de la mano de Josep Maria Vergés de Cardona. En este local, se intercambiaban y vendían sellos usados. Fueron muchos más los filatélicos que consagraron esta actividad en Cataluña y en el resto de España.
Desde sus inicios, el coleccionismo filatélico estableció como imprescindible el intercambio de ejemplares. Se podían recibir por correo, comprar a los libreros o a las cada vez más numerosas tiendas especializadas, pero sobre todo, intercambiar entre los propios filatélicos.
Las primeras “bolsas filatélicas” surgieron alrededor de los establecimientos comerciales y se convirtieron en incipientes mercados donde los aficionados acudían para aumentar la cantidad y la calidad de su colección.
En Barcelona se sitúa el inicio de la “Bolsa filatélica” entre 1890 y 1892, parece ser que como apéndice del mercado de libros de segunda mano, cuando un librero entusiasta de los sellos, Josep Graells Blanch, los puso a la venta en su establecimiento. Cada domingo por la mañana, la Ronda de Sant Antoni se fue llenando de filatélicos y se instauró un mercado donde comprar, vender y cambiar sellos. A partir de los años veinte, los comerciantes de la Ronda de Sant Antoni se quejaron de las aglomeraciones que cada domingo se producían, por lo que los coleccionistas se fueron trasladando poco a poco a la Plaza Reial conociéndose ya como “Bolsa filatélica”. El mercado sobrevivió a la guerra y a la posguerra. Durante los años sesenta y setenta se consolidó y hoy día, cuando se celebran sus 125 Años, sigue vivo rodeado de turistas, terrazas y restaurantes.
El sello conmemorativo de los 125 años de la Bolsa filatélica de Barcelona, recoge la imagen de una de esas situaciones que tanto se han repetido a lo largo de la historia: el intercambio de sellos en una plaza.
Carmen Álvarez Casanova
Tarifa A - 0,82€. Para Carta o Tarjeta postal Nacional Ordinaria "normalizada", hasta 20 g.
Tarifa A2 - 0,92€. Para Carta o Tarjeta postal Nacional Ordinaria “normalizada”, de 20 a 50 g.
Tarifa A3 - 1,45€. A partir de 50 gr.
Tarifa B - 1,70€. Para Carta o Tarjeta postal Internacional Ordinaria "normalizada" dirigida a Europa (incluida Groenlandia), hasta 20 g.
Tarifa C - 1,75€. Para Carta o Tarjeta postal Internacional Ordinaria "normalizada" dirigida al resto del mundo (a excepción EEUU, Canadá, Japón, Australia y Nueva Zelanda), hasta 20 g.
Tarifa D - 2,10€. Para Carta o Tarjeta postal Internacional Ordinaria "normalizada" dirigida a EEUU, Canadá, Japón, Australia y Nueva Zelanda, de 20 g.