Fecha de emisión: 29 maig 2020
MINERALES. AZABACHE
El afamado azabache asturiano es una gema orgánica, muy apreciada por sus excelentes cualidades para la talla, alcanzando un característico brillo y color negro intenso, tras ser pulido. Estudios especializados determinan que este material leñoso, convertido en un carbón húmico, perhidrogenado durante la edad Kimmeridgiense (Jurásico Superior), hace unos 155 millones de años, sufrió circunstancias singulares durante su formación, como la impregnación en hidrocarburos, que le confieren algunas de sus exclusivas características y excepcional estabilidad, para ser utilizado en joyería.
Aunque es un material escaso en la naturaleza se localizan yacimientos de azabache, y otros materiales afines, con características diversas, en diferentes puntos del planeta. Es una de las primeras materias primas utilizadas por el hombre transformada, fundamentalmente, en objetos de adorno personal y amuletos. Es en Asturias donde se conservan algunas de las piezas más antiguas de Europa, unas cuentas de collar con unos 19.000 años de antigüedad. Se conservan en museos de todo el mundo, magníficas joyas de este material recuperadas en yacimientos arqueológicos de diversas épocas.
En la Península Ibérica existen otros depósitos que han sido también explotados en el pasado, como en Teruel, de origen Cretácico y en el entorno de Batalha (Portugal), también de origen Jurásico. Pero es el localizado en la costa asturiana, y principalmente el de Oles (Les Mariñes, Villaviciosa), el que desde la Edad Media, gracias principalmente a su temprana vinculación con el Camino de Santiago, ha sido conocido por su excelente calidad. Su prestigio fue avalado durante siglos por el Gremio de Azabacheros de Santiago de Compostela, que exigía a sus artesanos el uso exclusivo de azabache asturiano en sus Ordenanzas, protegiendo así un rico monopolio. Recuerdos y símbolos de peregrinación, realizados con azabache de Asturias, se conservan en algunos de los museos más importantes del mundo. La peregrinación a Santiago convirtió el azabache asturiano en universal.
El azabache de Les Mariñes fue también, durante siglos, objeto de un floreciente comercio con América, donde otros materiales locales afines eran ya utilizados desde Época Precolombina. La última gran explosión comercial de la materia prima asturiana se produjo entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Durante años se exportaron a Inglaterra cientos de toneladas de material ya que, su también históricamente afamado azabache, procedente de Whitby (York), era insuficiente para la alta demanda generada por la moda victoriana inglesa vinculada al luto. Buena parte de las prestigiosas, y todavía muy codiciadas, joyas victorianas de Whitby tienen, en realidad, su origen en la materia prima asturiana.
Hace casi 100 años que no existen minas en explotación en Asturias. Su extracción se realizó, excepto en los primeros años del siglo XX, principalmente con medios manuales, siendo la búsqueda del material, en las angostas galerías, en ocasiones con cientos de metros y varios ramales auxiliares, un duro trabajo de enorme sacrificio y riesgo. Los artesanos que hoy en día continúan trabajando el material se abastecen de argayos de acantilados, proveedores extranjeros y antiguas escombreras, testigos, ya casi agotados, de esplendores pasados.
El azabache sigue siendo transformado tanto en España, como en otros centros productores internacionales, tanto en piezas tradicionales del gusto popular, como en diseños y combinaciones novedosas más adaptados del público actual.
En la imagen podemos ver una de las antiguas bocaminas abandonadas de la zona de Oles. La única visitable y donde finaliza la denominada “Ruta del azabache” (PR-AS.199).
Una pequeña muestra del prestigioso azabache de Oles, se encuentra impregnado de forma exclusiva en este Pliego Premium.
Andrea Menéndez Menéndez
Es Licenciada en Geografía e Historia. Profesional de la arqueología y la gestión del patrimonio y especialista en el estudio del azabache desde un punto de vista histórico y arqueológico.
Tarifa A - 0,75 €. Per a Carta o Targeta postal Nacional Ordinària “normalitzada”, de fins a 20 g.
Tarifa A2 - 0,85 €. Per a Carta o Targeta Postal Nacional Ordinària “normalitzada”, de 20 a 50 g.
Tarifa B - 1,65€ Per a Carta o Targeta Postal Internacional Ordinària “normalitzada” dirigida a Europa (incloent Groenlàndia), fins a 20 g.
Tarifa C - 1,75 €. Per a Carta o Targeta postal Internacional Ordinària “normalitzada” dirigida a la resta del món (a excepció EUA, Canadà, Japó, Austràlia i Nova Zelanda), fins a 20 g.
Tarifa D - 2,10 €. Per a Carta o Targeta postal Internacional Ordinària “normalitzada” dirigida als EUA, Canadà, Japó, Austràlia i Nova Zelanda, de 20 g.